“Es un reto bastante grande. Es la gran responsabilidad que uno tiene para que se pueda creer en el arbitraje nacional. Ojalá no se den esas jugadas en que no sabe si fue gol o no y que solo en la noche se pueden develar. Haremos todo para que no haya espacio para la polémica”, dijo el juez.
“Se ve que los dos equipos son equipos con buenos jugadores. Uno trata de mantener la calma con la experiencia y estando cerca a la jugada para que no haya dudas, claro, sin estorbar el juego”, añadió.
“Debo tener cinco o seis partidos. Uno dirigí en el Estadio Nacional cuando Cristal ganó a Alianza con un gol de Maestri, de volea, el 2003. Cristal estuvo ganando 4-0 y el resultado final fue 5-2. Tuve una actuación en al que no dejé ninguna duda y siempre se recuerdan aquellos donde se marcan la mayor cantidad de goles”, relató.
¿Y como hace para no aplaudir a ambos equipos al final de un partido así? Fácil: “La experiencia me da equilibrio emocional, he dirigido a Argentina y Brasil y no los he felicitado pese a los bonitos goles que hacen. Pueden dar ganas, pero hay que contenerse”.
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