¿Alguien dirá que mejoró Perú? Fue un 3-0 contundente encajado ante Brasil. Ante un rival que salió a divertirse con un Perú que lleva el sello de la tortura en el rostro. Luis Fabiano en dos oportunidades y Felipe Melo después consumaron lo que resultaba ineludible.
El cuadro de Dunga 'le hizo precio' a la selección de Del Solar. Y 'precio de amigo', porque si bien no lo humilló con goles, lo vapuleó con fútbol, que algunas veces resulta mucho peor para el amor propio del 'caído'. Dramático lo de Perú, penoso, lacerante. No tenía nada que mostrar, salvo su temor. Once jugadores en la cancha apabullados por la verguenza aún desde antes de empezar a jugar.
¿El primer gol? Un penal, como para no perder la costumbre. Zambrano derribó a Kaká (18') como solo se hace en el barrio en los partidos que se juegan sin árbitro. Alguien ha confundido a este muchacho a quien le han apodado el 'León', pero bien podría ser llamado 'Burro' porque su especialidad es pegar puntapiés. Luis Fabiano ejecutó con elegante precisión para batir a Butrón. Tempranito, como para que los hinchas no pierdan la paciencia y les permita a los 'verdeamarelhos' entretenerse. Tacos, túneles, sombreros... solo les faltó hacer 'pataditas'.
Pese a esa actitud 'sobradora', llegó el segundo gol, 'sin querer queriendo', 'como jugando', un centro desde la derecha, la línea posterior peruana con los chimpunes clavados en el césped, y Luis Fabiano (27') define solo ante Butrón, que poco hizo esta vez para oponer resistencia. Un 2-0 'espontáneo', bajo la ley del mínimo esfuerzo, y la fiesta en Porto Alegre continuaba.
Solano, La Rosa, Rainer Torres, se veían ridículos tratando de controlar el balón un par de segundos ante jugadores que son del primer mundo futbolístico, y que 'jugaban al gato y al ratón' con ellos, para que la gente aplauda. Pero a la 'Torcida' no le hacía gracia aquello, no la divertía. Pedía a Pato, a Ronaldinho, querían que otros comensales se sumen a la fiesta. En el complemento, serían complacidos.
Peor imposible
Con Pedro García y Luis Ramírez, el balón no transitaba nunca por el área rival. Apenas Johan Fano, nuevamente convertido en el 'Rambo' futbolístico de Perú, hizo alguna diferencia con lo único que puede hacerla, su pundonor. Un disparo suyo desde fuera pudo convertirse en gol, pero Julio César manoteó el balón que se estrelló luego en el travesaño. Solo eso para contar a favor, porque el resto fue màs de lo mismo, 'otra vez sopa', una verguenza mayúscula aunque algunos puedan decir que perder 3-0 es digno porque se esperaba perder por seis.
El tercer gol fue una jugada personal de Felipe Melo, que rompiendo el 4-5-1 de Perú roba un balón a Solano en mitad de cancha y parte desde allí sin que nadie pueda detenerlo hasta llegar casi al área chica para doblegar a Butrón.
Un 3-0 de escándalo, una goleada más. Como el 5-1 ante Ecuador, como el 6-0 ante Uruguay, como el 3-0 ante Bolivia. Seis salidas, seis derrotas, y cuatro de ellas por goleada. Diez visitas consecutivas (sumando la eliminatoria anterior) y ni un solo empate siquiera. ¿Solo Del Solar tiene la culpa? Definitivamente, no. También tienen que marcharse los que se ríen con indiferencia de tan triste acontecer.
Los que dicen durante años que pronto serán décadas: "Asumo la responsabilidad, pero no soy responsable, y por eso me seguiré quedando". Los que con la mayor desverguenza se libran de culpas afirmando: "Los dirigentes no jugamos". Se tienen que ir. Con buenos o malos modos. Pero de alguna forma tendrán que ser 'expectorados' porque hay mecanismos de presión que escapan al poder de la Fifa.
El bochorno de esta eliminatoria no será borrado fácilmente. No hay proyecto que valga, no existe idea que pueda germinar, mientras Burga y su cofradía mantenga 'tomada' la Videna. Hoy Brasil se burló de una selección sin horizonte, la humilló con goles y no con fútbol. Se río despiadadamente de ella. Tal y como algunos dirigentes de entrecasa se ríen de la situación, amparados en su infinita impunidad.
El cuadro de Dunga 'le hizo precio' a la selección de Del Solar. Y 'precio de amigo', porque si bien no lo humilló con goles, lo vapuleó con fútbol, que algunas veces resulta mucho peor para el amor propio del 'caído'. Dramático lo de Perú, penoso, lacerante. No tenía nada que mostrar, salvo su temor. Once jugadores en la cancha apabullados por la verguenza aún desde antes de empezar a jugar.
¿El primer gol? Un penal, como para no perder la costumbre. Zambrano derribó a Kaká (18') como solo se hace en el barrio en los partidos que se juegan sin árbitro. Alguien ha confundido a este muchacho a quien le han apodado el 'León', pero bien podría ser llamado 'Burro' porque su especialidad es pegar puntapiés. Luis Fabiano ejecutó con elegante precisión para batir a Butrón. Tempranito, como para que los hinchas no pierdan la paciencia y les permita a los 'verdeamarelhos' entretenerse. Tacos, túneles, sombreros... solo les faltó hacer 'pataditas'.
Pese a esa actitud 'sobradora', llegó el segundo gol, 'sin querer queriendo', 'como jugando', un centro desde la derecha, la línea posterior peruana con los chimpunes clavados en el césped, y Luis Fabiano (27') define solo ante Butrón, que poco hizo esta vez para oponer resistencia. Un 2-0 'espontáneo', bajo la ley del mínimo esfuerzo, y la fiesta en Porto Alegre continuaba.
Solano, La Rosa, Rainer Torres, se veían ridículos tratando de controlar el balón un par de segundos ante jugadores que son del primer mundo futbolístico, y que 'jugaban al gato y al ratón' con ellos, para que la gente aplauda. Pero a la 'Torcida' no le hacía gracia aquello, no la divertía. Pedía a Pato, a Ronaldinho, querían que otros comensales se sumen a la fiesta. En el complemento, serían complacidos.
Peor imposibleCon Pedro García y Luis Ramírez, el balón no transitaba nunca por el área rival. Apenas Johan Fano, nuevamente convertido en el 'Rambo' futbolístico de Perú, hizo alguna diferencia con lo único que puede hacerla, su pundonor. Un disparo suyo desde fuera pudo convertirse en gol, pero Julio César manoteó el balón que se estrelló luego en el travesaño. Solo eso para contar a favor, porque el resto fue màs de lo mismo, 'otra vez sopa', una verguenza mayúscula aunque algunos puedan decir que perder 3-0 es digno porque se esperaba perder por seis.
El tercer gol fue una jugada personal de Felipe Melo, que rompiendo el 4-5-1 de Perú roba un balón a Solano en mitad de cancha y parte desde allí sin que nadie pueda detenerlo hasta llegar casi al área chica para doblegar a Butrón.
Un 3-0 de escándalo, una goleada más. Como el 5-1 ante Ecuador, como el 6-0 ante Uruguay, como el 3-0 ante Bolivia. Seis salidas, seis derrotas, y cuatro de ellas por goleada. Diez visitas consecutivas (sumando la eliminatoria anterior) y ni un solo empate siquiera. ¿Solo Del Solar tiene la culpa? Definitivamente, no. También tienen que marcharse los que se ríen con indiferencia de tan triste acontecer.
Los que dicen durante años que pronto serán décadas: "Asumo la responsabilidad, pero no soy responsable, y por eso me seguiré quedando". Los que con la mayor desverguenza se libran de culpas afirmando: "Los dirigentes no jugamos". Se tienen que ir. Con buenos o malos modos. Pero de alguna forma tendrán que ser 'expectorados' porque hay mecanismos de presión que escapan al poder de la Fifa.
El bochorno de esta eliminatoria no será borrado fácilmente. No hay proyecto que valga, no existe idea que pueda germinar, mientras Burga y su cofradía mantenga 'tomada' la Videna. Hoy Brasil se burló de una selección sin horizonte, la humilló con goles y no con fútbol. Se río despiadadamente de ella. Tal y como algunos dirigentes de entrecasa se ríen de la situación, amparados en su infinita impunidad.
Brasil: Julio César - Daniel Alves, Lucio, Luisao (Miranda, 12), Kleber - Gilberto Silva, Felipe Melo, Kaká, Elano (Ronaldinho Gaúcho, 76) - Robinho (Alexandre Pato, 70) y Luis Fabiano. DT: Dunga.
Perú: Leao Butrón - Amilton Prado, Alberto Rodríguez, Carlos Zambrano, Walter Vilchez - Juan La Rosa, Reiner Torres, Nolberto Solano (Carlos Fernández Maldonaldo, 70), Luis Ramírez (Piero Alva, 34) - Pedro García (Alexander Sánchez, 62) - Johan Fano. DT: José Del Solar.
Goles: Brasil: Luis Fabiano (18, de penal, y 27), Felipe Melo (63)
Arbitro: Sergio Pezzota.
Estadio: Beira Rio, Porto Alegre (Rio Grande do Sul)
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