Leo la entrevista que le hace el diario Marca a Paolo Futre, uno de los mejores jugadores que vi en mi vida. El portugués militó en Porto y Atlético de Madrid y hoy se enfrentan ambos por la Liga de Campeones. El lusitano va por el equipo español.
Futre fue un jugador fantástico. Lo vi por primera vez cuando tenía 20 años. Lo convocaron a la selección nacional y jugó el mundial de México 86´. Desde el primer partido contra Inglaterra, me di cuenta de que se trataba de un hombre diferente.
Ingresó al segundo tiempo, cuando el partido estaba 0-0 y colaboró para la victoria lusitana. Jugaba de 10. La misma ubicación de Maradona. Tomaba la pelota y eludía a cuantos estaban al frente. Pero ni bien lo tocaban, se lanzaba al grass buscando que sancione penal el juez.
Luego lo vi en la Copa de Campeones. En semifinales su equipo se enfrentó a Dinamo de Kiev, equipo al que el propio Futre reconoce como el mejor del mundo de esa época. ¡Y vaya que lo era! Me sorprendió mucho que Porto lo eliminara. En la final ante Bayern de Munich, Futre jugó un partido de fantasía. Hizo la misma jugada que Maradona ante los ingleses. Pero Futre
dejó “regados” a los alemanes. Cuatro de ellos. Su remate final pasó muy cerca del poste. Iba a ser uno de los mejores goles de la historia.
Luego de ganar el máximo trofeo para clubes de Europa, dice que tuvo la oportunidad de irse al Inter de Italia. Iba a formar pareja con el belga Scifo.
Pero Atlético de Madrid le ofreció más y se hizo “colchonero”. No dudé volverme simpatizante de Atlético. Futre era lo máximo y junto a Schuster ganaron una Copa del Rey ante Real Madrid. Paolo le hizo un “túnel” a Chendo para ingresar al área y terminar en gol la jugada.
Una vez estaba relatando Martínez Morosini un partido entre Brasil y un combinado de Madrid antes del mundial de Italia 90. Los de la capital española no contaban con elementos del Real Madrid. El número 10 tomó la pelota y eludió a cinco garotos. “¿Quién es este jugador?”, preguntó el relator peruano. Dije para mis adentros: Paolo Futre.
Futre fue un jugador fantástico. Lo vi por primera vez cuando tenía 20 años. Lo convocaron a la selección nacional y jugó el mundial de México 86´. Desde el primer partido contra Inglaterra, me di cuenta de que se trataba de un hombre diferente.
Ingresó al segundo tiempo, cuando el partido estaba 0-0 y colaboró para la victoria lusitana. Jugaba de 10. La misma ubicación de Maradona. Tomaba la pelota y eludía a cuantos estaban al frente. Pero ni bien lo tocaban, se lanzaba al grass buscando que sancione penal el juez.
Luego lo vi en la Copa de Campeones. En semifinales su equipo se enfrentó a Dinamo de Kiev, equipo al que el propio Futre reconoce como el mejor del mundo de esa época. ¡Y vaya que lo era! Me sorprendió mucho que Porto lo eliminara. En la final ante Bayern de Munich, Futre jugó un partido de fantasía. Hizo la misma jugada que Maradona ante los ingleses. Pero Futre
dejó “regados” a los alemanes. Cuatro de ellos. Su remate final pasó muy cerca del poste. Iba a ser uno de los mejores goles de la historia.
Luego de ganar el máximo trofeo para clubes de Europa, dice que tuvo la oportunidad de irse al Inter de Italia. Iba a formar pareja con el belga Scifo.
Pero Atlético de Madrid le ofreció más y se hizo “colchonero”. No dudé volverme simpatizante de Atlético. Futre era lo máximo y junto a Schuster ganaron una Copa del Rey ante Real Madrid. Paolo le hizo un “túnel” a Chendo para ingresar al área y terminar en gol la jugada.
Una vez estaba relatando Martínez Morosini un partido entre Brasil y un combinado de Madrid antes del mundial de Italia 90. Los de la capital española no contaban con elementos del Real Madrid. El número 10 tomó la pelota y eludió a cinco garotos. “¿Quién es este jugador?”, preguntó el relator peruano. Dije para mis adentros: Paolo Futre.
FUENTE: ILEV MOSCOSO -COLUMNISTA Y EDITOR DE LA SECCION DEPORTES EN "LA PRIMERA"
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