Robson murió acompañado de su esposa y el resto de su familia en su domicilio de County Durham, en el norte de Inglaterra.
El que también fuera seleccionador inglés dirigió, entre otros, al FC Barcelona durante la temporada 1996/1997, justo después de que Johan Cruyff abandonara el club, un año en el que ganó la Recopa de Europa, la Supercopa de España y la Copa del Rey.
Su buena labor le valió un puesto en el "staff" técnico la temporada siguiente, aunque un año después prefirió volver al PSV para ejercer de nuevo como entrenador.
Robson ha sido reconocido tanto en el Reino Unido como en los países por los que ha pasado -Holanda, Portugal y España- como un auténtico "gentleman", extremadamente educado y con un gran sentido del humor.
Como jugador, su carrera se limitó a Inglaterra, concretamente al Fulham -donde llegó con sólo 17 años-, el West Bromwich y de nuevo al conjunto londinense, donde también ocupó posteriormente el puesto de entrenador. También participó en el Mundial de 1958, celebrado en Suecia.
Uno de sus mayores logros fue sin duda el convertirse en seleccionador inglés, cargo en el que se mantuvo entre los años 1982 y 1990, con dos mundiales de por medio.
Su batalla contra el cáncer fue continua desde el año 1991, y desde entonces tuvo que someterse a operaciones quirúrgicas -le extirparon un tumor cerebral en el año 2006- así como a quimioterapia.
Robson apareció en público por última vez el pasado domingo -y en silla de ruedas- en el estadio de Saint James Park para ver en directo el partido que enfrentó a Inglaterra con Alemania.